PRÁCTICA 10 - PARTICIPACIÓN ESCOLAR
PRÁCTICA 10 -
PARTICIPACIÓN ESCOLAR
Vivimos en un país poco participativo
y concienciado en cuanto a los adultos se refiere, pero quizás este signo empiece
en la edad escolar.
Las causas podrían ser varias: la
primera que se me ocurre es que la mayoría de la sociedad se encuentra en una
situación relativamente acomodada y no desea participar y/o luchar para cambiar
esa situación.
Pero esa razón es demasiado
sencilla para explicarlo en toda su magnitud, creo que el principal es que siempre
tenemos la sensación de que por mucho que hagamos nunca va a cambiar nada,
prueba de ello es que el mayor movimiento social de la historia de la democracia
en este país no produjo apenas cambios en el panorama político. Además, no solo
la creencia de que las cosas son inamovibles son las causantes, hoy en día,
especialmente los jóvenes no participan ni luchan porque no tienen nada por lo
que luchar, ni un empleo digno que conservar (pues la mayoría del empleo joven es
empleo precario), ni una familia a la que mantener (pues cada vez la natalidad
es menor y los hijos se tienen más tarde). Todo ello degenera en una apatía colectiva
más que en la asunción de lo dado, y en la falta de participación.
A nivel escolar, creo que pasa lo
mismo. El alumno no participa porque cree que no puede cambiar las cosas. En mi
caso, en el colegio ni siquiera conocíamos todas esas posibilidades,
probablemente ni existiesen. Era otra época, y afortunadamente las cosas van evolucionando
en los centros de enseñanza, aunque volví a tener la misma sensación en la
universidad. En la Universidad de Valladolid, y especialmente en arquitectura había
varios caballos de batalla permanentes, uno de ellos estaba claro y era el
calendario académico. La mayoría de los alumnos creía que necesitaba un cambio
porque claramente estaba perjudicando nuestras posibilidades educativas. Aquí
en la universidad, ya noté otras capacidades de actuación por parte de los
alumnos mucho más desarrolladas: asociaciones de alumnos, representación,
elecciones, etc. pero el resultado siguió siendo el mismo y algo tan evidente
como el calendario académico nunca se cambió teniendo en cuanta a los alumnos
en los ocho años que estuve en esa escuela.
Siento ser tan pesimista porque en
realidad, sí creo en la participación y en nuestra capacidad para movernos en
aras del bien común o de un colectivo: alumnos, profesorado, etc.
Quiero recomendar, en cuanto a
participación, ya que aun no pertenecemos a colectivos de la enseñanza más que como
estudiantes, a echar un ojo a donde vivimos. Me gusta presumir, de que mi
barrio, la Rondilla, es pionero en la ciudad en asociacionismo, hay múltiples
grupos: culturales, de lectura, asociaciones de mujeres, etc. y gracias a ellos
se han conseguido pequeñas cosas pero importantes a escala de barrio: desde
acondicionar espacios degradados, exigir la reutilización de edificios emblemáticos
en ruinas hasta cursos de formación para personas con dificultades de inserción.
En conclusión, muévete, participa
en el ámbito que puedas porque, aunque parece que las cosas sean difíciles de
cambiar, y hay muchas que los son, a veces puedes cambiar pequeñas cosas que
para algunos significan mucho.
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